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El Tapismo

Ahora que los locales de Tapeo proliferan en todas las ciudades parece fácil pensar que siempre fue igualmente reconocido este arte. Nada más lejos de la realidad. No hace mucho algunos de los autores representados en este estudio, máximos exponentes de la llamada CORRIENTE TAPISTA, se veían obligados a elaborar monótonos menús para lograr subsistir.

Los inicios del Tapismo fueron ciertamente difíciles; influenciado por el norteamericano Lard Art. (Arte de grasa de cerdo),  las autoridades Franquistas no aceptan el ejercicio descontextualizador que representa, por los que las tapas son vetadas y perseguidos sus creadores. Esta prohibición impide que el gran público tenga acceso a ellas, quedando relegadas durante años a ser meros entrantes en algunas reuniones clandestinas de intelectuales y universitarios. Pero no sería justo añadir por ello que es este un arte excluyente, dirigido solo a unos pocos. Nada más lejos de la realidad. La concepción de Arte por y para el pueblo del Tapismo queda plasmada en el Manifiesto Tapista (Redactado en el exilio por Emiliano Lizondo, autor de Patatas Bravas, obra por la que es considerado padre del Tapismo)
Algunos de los mejores Tapistas españoles se exilian en París, siguiendo los pasos de Lizondo. Este éxodo  masivo, así como el interés que el concepto provoca en algunos jóvenes creadores franceses, motiva el nacimiento del  Tapê Découppé que aboga por el impacto de la simplificación.
Los pocos creadores que se resisten a abandonar el país continúan creando, revolucionando la técnica incluso en lo formal (La utilización de platillos y tenedores de dimensiones inferiores a los que por aquel entonces utilizaban los artistas de toda Europa es un claro ejemplo). Son precisamente estos autores los que con movimientos como el Neotapismo (que se decanta por elaborar la salsa brava con Mayonesa) y el Hipertapismo (que aboga por una salsa brava cuanto más picante mejor) consiguen acercar la tapa al pueblo. Es justamente en este momento cuando la llamada Generación del Botijo (más cercana al régimen) empieza a mostrar alguna curiosidad.
La década de los 60 trae consigo cierto aire aperturista, marcando un punto de inflexión en el Franquismo, que se muestra más permisivo ante el Tapismo. Esto, unido al interés de los botijistas y a la cada vez más floreciente industria turística, hace que, tras muchos años de creación, el Tapismo consiga por fin el reconocimiento que merece. Cabe destacar el intento de institucionalización de la tapa que lleva a cabo el Ministerio de Turismo; Los creadores más inconformistas son tentados pues consideran que el gobierno puede lograr el objetivo principal del Tapismo: Poner la Tapa al servicio del pueblo. Es Emiliano Lizondo quien, una vez más, muestra el camino a seguir volviendo del exilio y presentando una revisión de la obra Tortilla de Patatas (Anónima) en la que, en un sublime ejercicio irónico, incluye cebolla.

Con la llegada de la Democracia, algunas instituciones intentarán impulsar este arte pero por desgracia el momento de la tapa ha pasado y solo logra consolidarse en el sur de Francia cayendo en el ostracismo en el resto de Europa, incluyendo su propia cuna; España.
Posteriores movimientos revisionistas como la Escuela Vasca o Grupo Montadito  recuperan el Tapismo, así como sus corrientes, organizando toda una serie de exposiciones retrospectivas en las que queda demostrada la importancia de la tapa, siendo considerada desde entonces una de las claves que permiten entender las últimas tendencias del Arte del siglo XX.

Resulta imposible enumerar siquiera todas las obras que, de una forma u otra, se encuentran relacionadas con el movimiento Tapista pero podemos asegurar, sin ningún género de dudas, que las referidas a continuación son dignas representaciones del movimiento, siendo algunas de las obras más representativas del Tapismo.

OBRAS DESTACADAS:


TORTILLA DE PATATAS (Autor desconocido)
Esta obra, si bien no se puede considerar netamente perteneciente a la corriente Tapista, se incluye en esta relación pues es el primitivo génesis del posterior movimiento. Emiliano Lizondo siempre se mostró fascinado por esta creación, reconociendo incluso la influencia que tuvo en su posterior trabajo descubrirla. Aunque durante un tiempo fue atribuida al surrealista Martín Campos no se conoce con certeza la identidad de su creador.
Lizondo creo la revisión: TORTILLA DE PATATAS CON CEBOLLA.


PATATAS BRAVAS (Emiliano Lizondo)
La obra más representativa del padre del Tapismo y autor del Manifiesto Tapista. La obra de Lizondo presenta un marcado carácter de protesta y destrucción.
Perfeccionó la técnica del Dripping consiguiendo que las salsas de sus tapas siempre acabaran manchando la corbata del consumidor, en una clara declaración de principios. Son notables, asimismo, sus célebres Champis, unos primitivos montaditos, de muy difícil ejecución.


CHISTORRA Nº 3 (Jean Marchàn)
De la serie autobiográfica: Contando mi chistorra. Destacado miembro de la Tapê Découppé, la búsqueda de la simplicidad como forma de impacto queda latente en esta obra. A destacar la utilización de la técnica de la fritanga para dar un acabado uniforme e impersonal a la obra. Aunque de una importancia menor, Chistorra Nº 7 supuso para Marchàn el reconocimiento internacional. Este autor estuvo siempre en contra del Hipertapismo por considerarlo un movimiento demasiado purista y excluyente.



CHOCOS (Augusto de Santillán)
Máximo representante de la corriente de Botijistas interesados por el Tapismo. Esta creación tiene un acentuado signo institucional. Concebida como una alabanza al Régimen Franquista, no resulta difícil entender el marcado carácter metafórico que la técnica del rebozado tiene en esta obra (representando el cemento empleado en la construcción de Presas y Pantanos). Con la llegada de la democracia Augusto de Santillán retorna a su vertiente más reaccionaria enarbolando, casi en exclusiva, la bandera del Botijismo.



CALLOS (Fundación Callicida)
Esta obra, que da nombre a todo un colectivo de creadores, forma parte de la corriente Hipertapista. Los autores, mediante el informalismo matérico de la obra, pretenden transmitir el dramatismo y la soledad ante las consecuencias del reciente conflicto bélico (1945). Más comprensible resulta después de esto la evolución hacia la abstracción de esta obra, y en consecuencia, de todo el colectivo al que da nombre. 
Esta creación se adelantó a su tiempo al ser presentada con IVA incluido.



ENSALADILLA RUSA (Antonio Cifuentes)
Primitivamente titulada Ensalada de patatas, guisantes, zanahoria, atún, pimiento rojo y mayonesa; servir fría y con bastoncitos de pan. Cifuentes decidió cambiar el nombre al coincidir la presentación de su obra con la crisis de los misiles en Cuba (1962). Obra perteneciente al Tapismo Cinético por el movimiento que produce en el estómago del espectador. Especialmente efectiva en verano o transcurridas más de doce horas entre su creación y consumo. Elaborada con el adecuado esmero no es necesaria su ingesta para causar el mismo efecto.



PULPO GALLEGA (Marcelino Gavieiro)
Contenido anárquico, violencia expresiva  y reducida gama cromática son algunas de las características no ya de este Pulpo Gallega si no de toda la creación de Gavieiro. Defensor del Neotapismo fue también diseñador de los platillos de madera que suelen acompañar su obra con los que pretendía atentar contra la estética. Sus intentos de convertir el Neotapismo en un anti-arte manteniendo que el artista solo debía establecer conexiones entre objetos, yuxtaponiéndolos, tuvieron gran aceptación.


PLATO COMBINADO Nº 13 (Roberto Betanzos)
Con la incorporación de la mujer al mercado laboral, Betanzos crea toda una serie de obras tituladas genéricamente Platos Combinados  con los que intenta racionalizar la tapa, viéndola como volumen y no como masa y manteniendo el rechazo a toda decoración superflua. Estas creaciones han tenido tanta aceptación y han resultado tan prolíficas que algunos críticos hablan de COMBINATORIA o NUEVA OPULENCIA y los consideran corriente distinta al Tapismo.


Sin duda el lector avezado no tendrá problemas para reconocer a los autores y sus obras. Para aquellos más neófitos incluimos la siguiente bibliografía, destinada a satisfacer su curiosidad:

BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL:
Alvarez Moya, J.: Comida Rápida. Born In The USA? Barcelona, 1986.
Ayuso, N.: Los padres de Naranjito. Madrid, 1982.
Donaire, A.: L’art de notre temps. París, 2125.
Domnick, H.: The Tapismo. A Gratefully Stupit Thing. Nueva York, 1988.
Mendoza, G.: Sobre la sensibilidad postapera. Sevilla, 1990.
Rodríguez Rodríguez, R.: ¡Basta ya de matrimonios entre primos hermanos! Barcelona, 1985.    
Serrano, J.: La Tapa como génesis de un arte Conceptual puro. Jabugo, 1987.

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